Julio Cortázar. Cartas a los Jonquières.
Ensayo / enero 10, 2012

Alfaguara, 2010. 574 páginas. Edición de Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garriga. El cronopio original 24 de agosto de 1953. Cortázar acaba de casarse ante dos testigos y celebra su boda con ellos en un restaurante chino. Le acaban de encargar la traducción de Poe (ahora canónica) por la que le pagarán la fortuna -para él- de 2.500 dólares. Pero como no le dan ningún anticipo tiene que pedir prestado dinero a su amigo Eduardo para poder llevar a cabo su plan: irse a Roma a vivir mientras traduce y una vez cobre recorrer Italia. Ésta es sólo una de las penalidades que pasó Julio Cortázar cuando empezó a vivir en París, y que he descubierto gracias al regalo inesperado y generoso de un buen amigo. Las cartas enviadas al pintor y poeta argentino Eduardo Jonquières nos dan acceso a la intimidad de un escritor inimitable, uno de los mejores escritores de cuentos del siglo XX. Tantas páginas de cartas me parecieron, a priori, farragosas y decidí que partiría su lectura en bloques. Pero cuando empecé a leer no pude parar y lo leí seguido. Es cierto que se lee como una novela, y nos permite ver lo que no…